Dejate atrapar por el maravilloso Dique La Florida

Dejate atrapar por el maravilloso Dique La Florida

Es un paisaje natural de belleza puntana, ideal para la recreación deportiva y turística. El mejor consejo, llevá tus equipos fotográficos con carga, porque cada rincón tiene excelentes postales.

San Luis tiene muchos ríos y diques hermosos, que invitan en cualquier época del año a disfrutar de ellos y sus alrededores. Pero esta vez vamos a charlar sobre uno en particular que desde ya te animo para que lo agendes en tus planes de viaje.

Nos vamos para La Florida, al Dique La Florida, creo que el nombre es justo y representa al lugar.

El camino desde la ciudad de San Luis para llegar hasta este lugar, es súper cautivante. Es una hora de viaje, 45 km por autopista RP20 surcando paisajes de belleza inmensurables que ofrecen las sierras de San Luis, pasando por localidades turísticas como El Volcán, Estancia Grande que hacen de este corto viaje una alegre travesía hasta el empalme con R9 que separa a La Florida de El Trapiche.

Este dique está construido en la Cuenca del río Quinto en la confluencia del río Grande, proveniente del norte, y Trapiche, desde el oeste, conformado por los ríos Virorco y de Las Águilas, es el de mayor capacidad de la provincia con 105 hm3. La altura de su presa es de 66 metros, y genera un impactante espejo de agua con un área de 651 hectáreas.

La localidad tiene diagramado por RP 39 un circuito de 20 km muy completo para poder acceder al embalse y disfrutar en todos los sentidos de las bondades que ofrece este maravilloso paisaje y sus cualidades.

La propuesta es recorrer todo el camino del perilago y notaremos que este sitio es mucho más que un dique.

 Su construcción fue entre 1945 y 1953. Es un enorme espejo de agua de unas 700 hectáreas aproximadamente, es la principal fuente de agua potable para abastecer a la ciudad de San Luis y sus alrededores. Es una reserva floro faunística, monumento ecológico y natural.

Su clima es súper agradable, los días a pleno sol son muy cálidos y por las noches descienden las temperaturas brindando un alivio reconfortante a la orilla de sus aguas, aguas que son limpias y escogidas por nadadores y buceadores para sus prácticas deportivas, como así también kayaks, botes, vela, windsurf y todo otro deporte que no utilice motores y que no deje residuos contaminantes. Los deportistas eligen esta geografía para sus prácticas de ciclismo, caminatas y running, el circuito es ideal para ello, curvas ascendentes y descendentes, trayectos sobre puentes, murallones y vertederos que enriquecen a la vista, además del aire puro.

Es un sitio visitado por familias, modo camping, durante el día disfrutando de los balnearios y asadores, y quienes disponen de más tiempo eligen pasar varios días quedándose en cómodas cabañas estratégicamente ubicadas con vistas privilegiadas.

Con todas estas características, en las postales son infaltables los pescadores que eligen este embalse para disfrutar de una buena actividad de pesca en lugares con servicios básicos al alcance en establecidos clubes de pesca.

Cualquier ubicación es buena como mirador, una foto es más linda que otra, el paisaje lo es todo, su geografía, la vegetación autóctona, el canto fluido de los pájaros, los diferentes tonos de azules del agua con respecto al sol, la obra de ingeniería en sus murallones que al pasar por ellos y sobre ellos nos deslumbran y asombran.

Hay varios caminitos que se desprenden de este circuito que llegan hasta lugares que también son dignos de conocerlos, como el antiguo pueblo que habitaron los trabajadores de la obra del dique, aún se mantiene una capilla antigua, aunque en ruinas, pero puede ser visitada; detrás de un imponente murallón el pueblo actual y es lugar de paso para llegar hasta un fabuloso puente colgante, además el pueblo alberga a la Estación de Piscicultura. Dedicarle tiempo a visitar y disfrutar de los Siete Cajones, un tramo del río donde el agua formó siete ollas que en verano es el lugar ideal para darse un chapuzón. Luego continuar bordeando el río que ingresa y atraviesa la tranquila y pintoresca localidad de El Trapiche.

Sin dudas, es un paseo descontracturante que logra desconectarnos de la vorágine de la vida diaria e invita a renovar fuerzas y pasar horas y horas en contacto con la naturaleza puntana.

por Silvia Poblete

*Técnica Universitaria en Turismo.
*Diplomada en Gestión Publica del Turismo
*Diplomada en Turismo Religioso
*Integrante de la Comisión Argentina de Turismo Religioso
*Trabajo en Turismo de la Municipalidad de Villa Mercedes, San Luis.

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