El Turismo Sostenible es capaz de realizar prácticas que permitan regenerar los ecosistemas, restaurar el daño producido durante tantos años y potenciar los beneficios que estos ecosistemas brindan al planeta y a la gente.
El desarrollo sostenido de las actividades turísticas genera un profundo daño a los ecosistemas, la explotación y el uso indiscriminado de los recursos durante los viajes ha generado un impacto negativo en el medioambiente que repercute en la calidad de vida de las comunidades. Las actividades turísticas también se ven comprometidas por este daño ocasionado, la calidad del aire de las ciudades, las inundaciones o los fenómenos climatológicos extremos, han ocasionado la pérdida de actividad en algunos destinos turísticos, con la consecuente repercusión en la economía.

Es necesario transformar ese desarrollo sostenido en desarrollo sostenible, esto es, un desarrollo de las actividades turísticas que tenga en cuenta la rentabilidad, la cultura y el cuidado del medioambiente, para dejar un buen legado en las comunidades anfitrionas, para poder disfrutar hoy de los destinos y también las futuras generaciones. El desarrollo sostenible es aquel que satisface las necesidades del presente sin comprometer las necesidades de las futuras generaciones, como lo plantea el Informe Brundtland, presentado por Naciones Unidas en 1987 y coordinado por la por entonces Ministra Noruega de Medioambiente Gro Harlem Brundtland. Este desarrollo implica un cambio muy importante en cuanto a la idea de sustentabilidad, es decir que, el cuidado del medioambiente está relacionado a la cultura y a la economía de la comunidad anfitriona. Las prácticas sustentables de cuidado del medioambiente deben incorporarse en los hábitos de las personas y van a generar beneficios económicos. Estos tres pilares: el cuidado del medioambiente, la conservación de la cultura y el fortalecimiento de la economía permiten un desarrollo sostenible de nuestras actividades turísticas. El desarrollo sostenible se transforma en desarrollo sostenible y los beneficios se multiplican.
El cuidado del medioambiente, si se internaliza como un hábito va a generar beneficios económicos a las comunidades anfitrionas. En estos tiempos de pandemia, como una estrategia para reactivar el turismo, se ha fortalecido el diseño y promoción de productos turísticos relacionados con la naturaleza, con los destinos de cercanía, con los espacios al aire libre, para evitar los espacios cerrados que provocan la circulación del virus. Es el momento oportuno para impulsar buenas prácticas que cuiden el medioambiente en todos los destinos, es el momento oportuno para generar más conciencia sobre el uso responsable de los recursos y aprovechar para internalizar ciertas prácticas como hábitos saludables:
- Usar barbijos reutilizables para reducir los residuos
- Realizar caminatas para reducir la combustión de los vehículos
- Tomar un café en taza en vez de vasos tipo “take away” para reducir el plástico de 1 solo uso
- Consumir productos km0 para reducir huella de carbono
Estas acciones sencillas de implementar nos permiten proteger y restaurar la biodiversidad en cada destino y contribuir a la lucha contra el cambio climático. Restaurar y proteger nuestro patrimonio natural permite a las actividades turísticas que se perduren en el tiempo, atrayendo y fidelizando clientes y generando beneficios a la calidad de vida de las comunidades anfitrionas.

La Agenda 2030, en sus ODS 13 y 15, nos exhorta a restaurar nuestro patrimonio natural para proteger a las personas, y generar espacios de educación y sensibilización en relación con la mitigación del cambio climático, la adaptación a él y la reducción de sus efectos.
En todos los destinos turísticos es posible realizar buenas prácticas que permitan la restauración de los ecosistemas y la protección de la biodiversidad. Si bien se asocia el cuidado del medioambiente a destinos de naturaleza o ecológicos, es posible poner en acción a todos esos turistas y proveedores de servicios que desarrollen un turismo urbano. El turismo urbano sostenible tiene el potencial de generar beneficios en el medioambiente:
Los hoteles urbanos pueden promover el consumo responsable de agua con la reutilización de las toallas, pueden generar conciencia en el consumo apropiado de los alimentos en los desayunos para evitar el desperdicio, pueden decorar sus jardines con plantas nativas que fortalecen el equilibrio de los ecosistemas.
Los guías de turismo pueden promover circuitos a pie para reducir huella de carbono y los turistas pueden aprovechar las plazas y los espacios al aire libre para generar más oferta de productos turísticos orientados hacia la sostenibilidad.
La restauración de nuestro patrimonio natural y el cuidado del medioambiente es una tarea global de la humanidad, y el turismo sostenible tiene el potencial para sumarse a esa noble iniciativa con buenas prácticas poderosas.
Así vamos a poder ser parte de la solución!!
Y esto es una buena noticia que hay que celebrar!
REFERENCIAS