Día a día, a medida que avanza el otoño, sentimos que un aire cada vez más
fresco acaricia nuestro rostro. El descenso en el termómetro invita a pensar en
actividades especiales para disfrutar a baja temperatura, y comenzamos a
proyectar las próximas escapadas familiares. La estación más fría nos hace
soñar con interminables paisajes boscosos y con el blanco resplandor de la
nieve de alta montaña. Imaginamos un viaje que como requisito incluya
propuestas para el disfrute de todos los miembros de la familia. Encontrar un
lugar que reúna todos estos elementos no existe sólo en películas. La ciudad
de Esquel presenta una excelente combinación de paisajes soñados con
deportes de nieve, gastronomía de primer nivel y el legado de una historia que
aún palpita.
Situada en un magnífico valle, la ciudad de Esquel se extiende al abrigo de dos
cordones montañosos, el Nahuel Pan y el Esquel. En este último se encuentra
el centro de esquí La Hoya, una de las montañas más buscadas por los
amantes de la buena nieve. El grandioso entorno del valle es muy valorado por
sus habitantes, quienes cultivan un profundo compromiso con el medio
ambiente que se respira a cada paso.
La ciudad se abre a paisajes maravillosos y muy diferentes, con propuestas de
actividades variadísimas. Por un lado, se observa el vasto horizonte de una
estepa que parece salida de un western, por otro el bosque del Parque
Nacional Los Alerces propone senderos que resguardan al “abuelo del
bosque”, un árbol de 2600 años.
En cualquier época del año, el aeropuerto Brigadier Gral. Antonio Parodi recibe
vuelos nacionales para garantizar la llegada de visitantes. La temporada de
invierno se está poniendo a punto en la ciudad, y espera a sus huéspedes con
una serie de propuestas imperdibles.
Un anfiteatro natural con la mejor nieve: La Hoya.
A tan solo 12 kilómetros de la ciudad se encuentra el centro de esquí La Hoya,
que cuenta con 30 pistas de diversos niveles, 8 medios de elevación y
opciones para que todos puedan disfrutar al máximo de la mejor nieve de la
Patagonia. La apertura de la temporada se estima entre finales de junio y
principio de julio, sujeto a condiciones de nieve, y se extiende hasta el 30 de
septiembre.
A lo largo de los 14 kilómetros esquiables de nieve de La Hoya se deslizan
esquiadores de todas las edades y niveles. Todas sus pistas confluyen, directa
o indirectamente, en una misma área. Este diseño lo hace uno de los centros
de esquí más elegidos por las familias, ya que otorga comodidad y seguridad,
permitiendo que todos puedan disfrutar del cerro con la mayor tranquilidad.
Para quienes recién comienzan en los deportes de nieve, La Hoya cuenta con
una pista amplia, segura y rodeada de servicios. Esta temporada, el centro
suma un nuevo Teleski diseñado especialmente para principiantes, ya que
garantiza seguridad y comodidad para una primera experiencia de esquí o
snowboard.
Los deportistas más avanzados se encontrarán con los cañadones del cerro,
ideales para el fuera de pista, y la reconocida calidad de la nieve, una nieve en
polvo única, ya que se mantiene más seca durante más tiempo por la
orientación de la montaña.
La temporada 2023 se está preparando con nuevos accesos y pistas más
amplias. Este año se suma la experiencia de SnowScoot para quienes quieren
hacer una actividad diferente: una disciplina que combina la diversión de una
bicicleta con la adrenalina de deslizarse por las pistas de nieve. Además, a sus
dos paradores de montaña, El Zorro y El Refugio del Esquiador, se le suma una
nueva propuesta al pie del cerro, donde los visitantes podrán disfrutar de una
variedad de servicios y productos antes o después de ascender. Y si se busca
mantener la conectividad durante la estadía, La Hoya ofrece wifi de primer nivel
en toda la montaña.
Asimismo, siguen disponibles los servicios de clases individuales, semi
exclusivas y grupales de esquí y snowboard para todos los niveles de destreza,
instructores multilingües y alquiler de equipo en el Rental de La Hoya. También
hay Jardín de Nieve y Club Junior para los más chicos.
Los pases de esquí pueden adquirirse de forma anticipada con una tarifa
promocional desde el 18 de mayo hasta el 15 de junio inclusive, a través de la
web www.paseonline.com.ar. Los planes de tarifas para temporada regular (del
7 de julio y del 31 de julio al 30 de septiembre) van desde $17.200 por adulto y
$14.600 por menor para dos días, hasta $52.200 por adulto y $44.200 por
menor para 7 días. En temporada alta (del 8 al 30 de julio) el pase por dos díasde adulto tiene un valor de $21.400 y $18.200 por menor, mientras que el de 7
días asciende a $65.400 para adulto y $55.400 para menores.
Más allá de las pistas
La naturaleza rodea a Esquel, y las posibilidades de disfrutarla se multiplican.
Viajar a este destino brinda, además de una experiencia de esquí única, unas
vacaciones memorables para toda la familia.
Ríos, lagos y un bosque de alerces milenarios esperan a los viajeros a 50
kilómetros de Esquel. El Parque Nacional Los Alerces invita a caminar en
silencio, para dejarse transformar por la presencia de los árboles, descubrir
cascadas, arroyos o cruzarse con algún ciervo, hasta divisar el glaciar
Torrecillas, formado por masas de hielo que se fueron acumulando nevada tras
nevada, durante 24.000 años. Si se quiere acceder más cerca de esos
antiguos hielos, se ofrecen excursiones por el Lago Menéndez, navegando sus
aguas. Conviene consultar el listado de sendas habilitadas y las actividades
disponibles de acuerdo al clima.
Viajar en el tiempo: expreso patagónico “La Trochita”
Los paisajes de la estepa patagónica pueden disfrutarse a través de un viaje en
el tiempo para compartir en familia. Suena el silbato, y los vagones de madera
y hierro de La Trochita comienzan un nuevo viaje. Se trata de uno de los trenes
históricos mejor conservados del mundo, y uno de los poquísimos trenes a
vapor que aún corren sobre rieles en la Patagonia. Su nombre se debe a su
ancho de vía o trocha, de tan sólo 75 centímetros. El recorrido toma tres horas;
y mientras se observa la naturaleza pasar al calor del fuego de la salamandra,
es posible disfrutar de una gastronomía exquisita y de una inolvidable cerveza
artesanal.
Platos que ofrecen calor y sabor local
Para guarecerse del frío o recuperar energías después de un día de
actividades, la ciudad ofrece a sus visitantes deliciosos platos y cuidadas
recetas plenas de sabores locales. Las materias primas regionales estimulan
los sentidos, y resulta impensable no degustar trucha patagónica fresca, pastas
rellenas con salmón, frutos rojos de la zona o el mejor chocolate artesanal.
Estos deliciosos platos pueden acompañarse con vinos de alta calidad
producidos en la región, que han recibido premios internacionales. Los valles
cordilleranos y la meseta central alojan importantes desarrollos vitivinícolas: los
Viñedos Casa Yagüe, Nant y Fall, Contra Corriente y Patagonia Wines. A la
degustación de numerosos varietales, se suma el primer Single Malt argentino,
el whisky La Alazana.
A la hora del té, el lugar de excelencia es Trevelín, un apacible pueblo
cordillerano a 25 kilómetros de Esquel, con una marcada presencia de la
inmigración galesa. El ritual del té se ofrece con el acompañamiento deexquisitas tortas y tartas elaboradas con recetas originales, dulces y panes
caseros untados con manteca y la clásica Torta Negra o Galesa.
Un descanso inolvidable
Las vacaciones de invierno se convierten en un saludable corte para la rutina
del año, y permiten además disfrutar con los nuestros. También resultan una
excelente oportunidad para crear nuevas historias que formarán parte del
álbum de recuerdos familiar. La clave para que esos recuerdos sean vibrantes
y felices para todos los integrantes está en encontrar destinos que ofrezcan
propuestas variadas para todas las edades, para todos los sentidos:
actividades, recorridos con historia, paisajes hermosos y deliciosa comida.
Esquel ofrece toda su potencia para transformar el tiempo compartido en
recuerdos imborrables ante el vértigo de saltar sobre la nieve brillante, un
chocolate caliente en familia, un paisaje imponente visto sobre un tren a vapor.