Desde 2014 se ha incrementado en un 500% el número de turistas musicales
España y Portugal han visto crecer en un 500% el número de turistas musicales desde 2014, especialmente por el auge que viven los festivales en nuestro país. Citas como Primavera Sound, que este año ha duplicado la cita, sumando Madrid a su sede habitual de Barcelona, o Mad Cool, que tendrá lugar esta semana en un nuevo emplazamiento para acoger a más visitantes son algunos ejemplos del crecimiento del segmento en nuestro país.
Las cifras de crecimiento anual han provocado, tal y como explica David Saavedra, autor de la guía Festivales de España, publicada por Anaya Touring, que “los grandes fondos de inversión están entrando cada vez con más fuerza en la gestión de los festivales”. De hecho, la edición del pasado año del Primavera Sound en Barcelona superó el medio millón de asistentes a lo largo de sus diez días de conciertos.
Es apasionante ver cómo un lugar se llena de fans para ver a sus dj’s, cantantes o músicos favoritos. El impacto económico es significativo para la zona donde se desarrolle creando empleos, generando gasto y atrayendo a miles de personas de cualquier parte del mundo para ver a sus ídolos.
Es indudable que el turismo per se es un generador económico en cualquier lugar del mundo, pero si añadimos matices musicales, incrementará sustancialmente la atracción del lugar. Los visitantes necesitan alojarse, comer, beber, comprar, etc… y todo esto se traduce inmediatamente en beneficios para toda la cadena de valor del turismo, generando y ayudando a la economía circular.
Si pensamos en grandes conciertos y festivales es innegable que el desarrollo e infraestructura logística que ello conlleva es extraordinario. Grandes producciones que generan contratación de personal, artistas, seguridad, músicos, mantenimiento y todo acompañado de las empresas especialistas en ello. Repercute directamente en hoteles, restaurantes, transporte y consumo en general. Sin lugar a duda, ayudará al crecimiento empresarial local y en muchos casos si son ciudades poco preparadas, incluso en inversión de servicios para dar la cobertura necesaria. Probablemente servicios que ya se queden para mejorar el bienestar local.
Ahora es el momento de comentar la promoción turística del lugar. Salvo que sean de lugares colindantes, crear un paquete atractivo para invitar al turista a visitar más lugares anexos o propios de la ciudad, ayudan a la explotación del sitio de celebración. Esto genera una reacción en cadena y muchos eslabones de la cadena se benefician del concierto/evento en sí. Estos turistas hablarán con otros contando sus experiencias y promoverá el interés de más turistas, sin duda.
“Esencial tours, ayuda a la promoción de dichos festivales, conciertos y espectáculos, acercando a las agencias de viajes de todo el mundo la posibilidad de ofrecer un producto diferenciador a sus clientes llevándoles de la mano para mostrar un amplio catálogo de posibilidades. El covid hizo muchísimo daño a todo el sector y en especial a este tipo de eventos, pero han regresado para quedarse y con más fuerza que desde que arrancaron. El segmento de festivales y conciertos cada vez es más importante en la población que acapara un rango más amplio de edad, no centrándose solo en adolescentes o generación Z”, comenta Sara Navarrete CEO de Esencial Tours.
Si bien el turismo y los eventos de entretenimiento ofrecen numerosos beneficios económicos, también plantean desafíos que deben abordarse. Algunos de estos desafíos incluyen la gestión del flujo de turistas, la protección del patrimonio cultural y ambiental, y la necesidad de una infraestructura adecuada. Sin embargo, con una planificación adecuada y una gestión eficiente, los beneficios económicos superan los desafíos asociados.
Esto nos lleva al siguiente punto y no menos importante. Es muy complicado gestionar un evento masivo y conseguir una convivencia local con la turística. De ahí que todo el desarrollo logístico del evento hay que estudiarlo con detenimiento y tener la posibilidad de que ambas facciones convivan sin entorpecerse. La realización de festivales fuera del núcleo urbano ayuda a aligerar el impacto turístico de ocupación de la ciudad, pero son muchos festivales y/o eventos también los que se realizan en la propia ciudad, como puede ser el WOMAD en Cáceres. Tomorrowland es un ejemplo de cómo una ciudad pequeña como Boom ha conseguido ser un punto de referencia en el mundo tornándose como uno de los festivales más importantes de música electrónica que cuenta con los más importantes Dj’s del mundo.
Tomorrowland es un festival que se ha convertido en uno de los más importantes del escenario de música electrónica, donde podemos ver la evolución desde sus orígenes: los días de ediciones del festival fueron variando. Los dos primeros años, 2005 y 2006, tuvieron únicamente un día, mientras que, desde 2007 hasta 2010 el evento duró dos días. Desde 2011 hasta 2013 el festival brindó tres días de evento, todo un fin de semana. Desde 2014 hasta 2019 se hicieron dos fines de semanas seguidos, es decir, seis días. En 2022 fue la primera vez que el festival se amplió a tres fines de semanas, en total nueve días, y también la primera vez que el festival alcanzó más de 600 000 visitantes totales.
Si nos fijamos en las ventajas de acoger estos grandes eventos, llegaremos a la conclusión que festivales, conciertos y espectáculos en general ayudan positivamente a la economía del lugar. Generan muchos empleos y ayudan a promover ciudades, pueblos e incluso países que se focalizan en el punto de mira de muchos fans. Gobiernos y empresas productoras han de trabajar mano a mano en la sostenibilidad y los desafíos que se plantean en este tipo de eventos y que, de alguna manera, sean duraderos en el tiempo para todas las partes implicadas.