Tarifas flexibles, una tendencia mundial que llegó para quedarse

Tarifas flexibles, una tendencia mundial que llegó para quedarse

Una encuesta mundial de la plataforma de viajes Booking.com reveló que el 90% de los pasajeros que reservaron productos y servicios para junio, julio y agosto lo hicieron confiando en las tarifas flexibles. Lo que comenzó como una respuesta coyuntural del sector ante la incertidumbre se consolida hoy como una de las claves del turismo de la “nueva normalidad”.

A principios de la pandemia, allá por marzo de 2020, el sector empezó a pensar que no podía seguir funcionando del modo en que lo hacía. La cadena comercial del turismo se paralizó por completo y nadie podía dar cumplimiento a los contratos, en un hecho realmente inédito en la industria.

No pasó mucho hasta que se entendió que la salida no podía ser individual, y que, si había una posibilidad de recuperación, esta se encontraba en el trabajo conjunto.

Sobre todo, en la asimilación de la incertidumbre como parte de una “nueva normalidad”.

La realidad se hizo todavía más líquida; las medidas cambiaban primero semana tras semana, luego día a día y, finalmente, minuto a minuto. No hizo falta explicar demasiado para acordar globalmente que los viajes serán «flexibles» o no serán. Y es que la experiencia de miles y miles de pasajeros varados por todo el planeta y millones y millones de viajes reprogramados dejó su aprendizaje en las empresas, pero sobre todo en los pasajeros.

Los turistas quieren viajar, pero necesitan la garantía que les brindan las «tarifas flexibles»

Lo que comenzó como una tendencia, hoy se volvió normalidad. Prácticamente ningún pasajero reserva actualmente un viaje sin una “tarifa flexible”, es decir, que le permita hacer cambios sin costos adicionales en caso de que el contrato no se pueda cumplir por la imposibilidad de cualquiera de las partes.

Una encuesta global de la plataforma online de viajes Booking.com (entre más de 28.000 personas de 28 países con planes para viajar dentro de los próximos 12 meses) reveló que el 90% de los pasajeros que hicieron una reserva para junio, julio y agosto lo hicieron confiando en una “tarifa flexible”.

Según lo afirmó la compañía a través de un comunicado, esta preferencia del consumidor por esa flexibilidad “es notable”, teniendo en cuenta que “las ventanas de reserva continúan variando en todo el mundo, pero en Europa Occidental, por ejemplo, la compañía está viendo una ventana de reservas más larga en comparación con 2019, en parte debido a las tendencias de reserva de verano europeo”.

Los turistas a lo largo de todo el planeta quieren viajar, e incluso se habla de un “turismo de venganza”, es anhelada explosión de viajes tras tanto encierro. Pero para ello requieren ciertas garantías, y la flexibilidad parece ser una herramienta eficaz en ese aspecto. Desde luego, la oferta debe adaptar precios y disponibilidad, exprimiendo al máximo la tecnología.

Según Booking, el 90% de las reservas para junio, julio y agosto incluyen «tarifas flexibles»

“Aunque el impacto de la pandemia en la industria de los viajes no tiene precedentes, los viajes juegan un papel fundamental en la vida de las personas y, si bien puede llevar tiempo volver a los niveles de 2019, la gente querrá experimentar el mundo nuevamente, cuando sea seguro hacerlo”, aseguró al respecto Jimena Gutiérrez, gerente de Booking.com para Argentina, Paraguay y Uruguay.

Y todo sea por una recuperación del impacto de la pandemia que, según Booking.com, empieza a mostrar una “luz al final del túnel”. Si bien admite que la recuperación es lenta, la plataforma sostiene que más de un tercio de las búsquedas en su portal son para junio, julio y agosto, con cifras en línea con la proporción de búsquedas observadas para este mismo período en 2019.

Finalmente, la encuesta también muestra que el 71% de sus proveedores de alojamiento (a los que llama “socios”) son cautelosos respecto al futuro de sus negocios y un 62% espera ver en 2021 un aumento en el interés por viajar, cifra que parece baja pensando en el duro 2020 que vivió la industria. Y lo mismo ocurre desde la perspectiva de la demanda, en la que un 66% se siente más optimista en cuanto a la posibilidad de viajar.

Pero ese optimismo, por moderado que sea, tiene fundamentos. Además de que la vacunación avanza en el mundo y las principales potencias emisivas-receptivas del planeta empiezan a reabrirse, las estadías reservadas se vuelven cada vez más largas. Y esto tiene un por qué: el 45% de los encuestados declaró haber acumulado días de vacaciones en 2020, lo que estaría impulsando el crecimiento de las reservas de viajes para siete días o más.

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